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Ansiedad ante los exámenes

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La ansiedad ante los exámenes es un concepto amplio que abarca todas aquellas situaciones en las que una persona percibe de forma amenazante el hecho de que se evalúe su nivel de competencia, sobre todo si ésta anticipa las consecuencias negativas derivadas de un mal desempeño.

Ante esto, nuestro Servicio de Psiquiatría comenta:

Las exigencias que plantea el ámbito académico (en particular la preparación y presentación de exámenes), genera en los estudiantes diversas reacciones de ansiedad que se traducen en pensamientos negativos, sensaciones de malestar físico e incapacidad para actuar correctamente, llegando incluso a bloquearse a pesar de tener los conocimientos y habilidades necesarios.

 

Mientras que un incremento moderado en el nivel del estado de ansiedad puede ser útil si motiva al estudiante a aumentar sus esfuerzos y enfocar su atención en el estudio y contenido del examen, un mayor incremento de la ansiedad puede producir resultados insatisfactorios e interferir seriamente en la vida del estudiante.

Se ha demostrado que los estudiantes que experimentan una ansiedad incontrolable frente a los exámenes sufren de una disminución importante en su rendimiento.

Muchos estudiantes con fracaso académico no tienen problemas relacionados con el aprendizaje o con su capacidad, sino con los niveles extremos de ansiedad que presentan ante los exámenes, ya sean estos orales, escritos, parciales o finales. Aun habiéndose preparado adecuadamente, tienden a postergar las fechas de presentación para rendir o se presentan y no obtienen un buen desempeño en el mismo. 

Esta dificultad provoca en quienes la padecen un profundo sentimiento de frustración y baja autoestima que, en su máxima expresión, se convierte en causa de abandono de la carrera.

¿Por qué se origina? 

La ansiedad puede ser generada tanto por estímulos externos o situacionales como internos (pensamientos, ideas, imágenes, etc.) que son percibidos como peligrosos o amenazantes.

Entre los factores internos, se encuentran:

  • Rasgo de ansiedad: hay personas que tienden a ser más ansiosas que otras y suelen percibir varias situaciones como amenazadoras. Ante estas responden con ansiedad.
  • Otras características de personalidad: como perfeccionismo, personalidad de tipo evitativo o con rasgos obsesivos, sentimientos de seguridad, miedo al fracaso, etcétera.
  • Valoración y significado personal acerca de la situación: el examen puede ser percibido como una situación donde se pone en juego el autoconcepto y valoración de los demás.
  • Habilidades de estudio: problemas en el manejo del tiempo de estudio, técnicas de estudio inadecuadas, malos hábitos de estudio o preparación insuficiente.
  • Experiencias previas: aplazos, bloqueos en exámenes anteriores o incapacidad para responder adecuadamente.

Y entre los factores externos:

  • Importancia del examen: ya que no causa la misma ansiedad un parcial con posibilidades de recuperación que un examen final que implica quedar libre.
  • Tipo de examen: por lo general la ansiedad aumenta en exámenes orales.
  • Variables situacionales: características de los profesores, tiempo disponible, tipo de instrucciones, ruido y calor del ambiente, aula desconocida, etcétera.
  • Expectativas y presiones familiares y del ámbito académico (profesores, compañeros).

¿Cuándo puede tener lugar?

La ansiedad puede aparecer en distintos momentos, tanto de manera anticipatoria (cuando el estudiante piensa en el examen o cuando se sienta a estudiar) como situacional (en el momento de rendir).

¿Cómo puede afectar a la persona que la padece?

La respuesta de ansiedad ante los exámenes se evidencia mediante un conjunto de manifestaciones que se pueden agrupar en 3 sistemas (fisiológico, cognitivo y comportamental). Estos tres sistemas, si bien se manifiestan en forma conjunta, pueden ser activados en mayor o menor grado en diferentes personas y presentar:

  • A nivel fisiológico:
    • Síntomas gastrointestinales.
    • Tensión generalizada.
    • Taquicardia.
    • Sudoración.
    • Temblor.
    • Contracturas.
    • Dolor de cabeza.
    • Sensación de ahogo y opresión en el pecho, entre otros.
  • A nivel cognitivo (mental):
    • Dificultades en la concentración y en la toma de decisiones.
    • Sensación de desorganización o pérdida de control.
    • Dificultad para entender preguntas, organizar pensamientos o recordar palabras o conceptos (bloqueos).
    • Inseguridad o temor.
    • Anticipación de peligro o amenaza.
    • Pérdida de confianza y autoestima.
    • Sentimientos de frustración.
    • Preocupaciones. Algunas de las más frecuentes son:
      • Por el desempeño en el examen: “si me quedo con la mente en blanco voy a desaprobar”.
      • Por las consecuencias negativas de fallar: “si no apruebo, nunca voy a recibirme”.
      • Por el manejo del tiempo.
      • Por los otros creerán: “van a pensar que soy un inútil”.
      • Por las sensaciones físicas: “si me descompongo, no voy a poder terminar”.
  • A nivel comportamental:
    • Hiperactividad.
    • Movimientos torpes y desorganizados.
    • Paralización motora.
    • Tartamudeo y otras dificultades de expresión verbal.
    • Es frecuente que aparezcan conductas de evitación generadas por:
      • La ansiedad desmedida.
      • El miedo a fallar.
      • Perfeccionismo: “si no sé todo no me presento”.
      • Anticipación catastrófica.
      • Expectativas desproporcionadas.

La ansiedad puede ocasionar que un estudiante decida no presentarse a rendir, lo cual profundizará sus dificultades para avanzar en la carrera. Esto también podrá ocasionar otros indicadores de malestar psicológico, como disminución de autoestima, sentimientos de fracaso e incompetencia u otros. En otros casos puede llevar al abandono de los estudios, síntomas depresivos y otros trastornos emocionales.

Indicadores de elevada ansiedad ante los exámenes

  • Malestar y tensión asociados a las situaciones evaluativas.
  • Preocupaciones recurrentes por el desempeño.
  • Abandono de la tentativa de rendir (horas antes del examen).
  • Experiencias de bloqueo (en más de una oportunidad).
  • Percepción subjetiva de que el avance en la carrera está demorado debido a estas dificultades. 

Prevención

Algunos aspectos a tener en cuenta para evitar y manejar la ansiedad son:

  • Una adecuada preparación previa:
  • Una buena organización.
  • Planificación y distribución de los tiempos y técnicas de estudio.
  • Establecer metas y objetivos posibles.
  • Tener hábitos saludables: realizar ejercicio, un buen descanso y alimentación.
  • Reconocer y detectar los síntomas de ansiedad.
  • Aprender y desarrollar habilidades para afrontarla.
  • Estar atento a los pensamientos negativos que incrementan la ansiedad. Por ejemplo: “no voy a ser capaz de aprobar”, “me voy a quedar en blanco”, “si no apruebo nunca me voy a recibir”, etcétera.
  • Usar estrategias de relajación y respiración.
  • Durante el examen intentar mantener el foco de atención en el mismo, leer bien las consignas, subrayar palabras claves, comenzar por preguntas fáciles. Aceptar que tener un poco de ansiedad es parte del examen.
  • No evitar la situación: no presentarse a rendir solo incrementa el problema. 
Si el problema se agudiza y la persona siente que no puede manejarlo es conveniente realizar una consulta con un profesional, con el fin de obtener herramientas y estrategias que posibiliten el afrontamiento adecuado de la situación.