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El juego y los juguetes, su importancia en la niñez

Jueves 13 de Agosto de 2020

El juego representa una actividad fundamental para el desarrollo infantil. Mediante actividades lúdicas los niños y niñas aprenden a conocer su entorno y los objetos que los rodean, a la vez que les permiten desarrollar distintas habilidades.

El juego es ideal para comenzar a relacionarse con otras personas y establecer los primeros vínculos emocionales. Además, posibilita desarrollar las habilidades mentales y potenciar la formación de conceptos. Si bien todo esto ocurre gracias a la actividad lúdica, los juguetes son las principales herramientas que un niño o niña utilizará para jugar.

Desde el punto de vista de la neurociencia, las actividades lúdicas fortalecen dos áreas de la masa gris: el cerebelo, que coordina los movimientos, y el lóbulo frontal, asociado a la toma de decisiones y el control de los impulsos. El juguete, por su parte, cumple un papel clave en esos procesos de maduración, ya que sirve para que los niños más pequeños aprendan la relación causa-efecto. Por ejemplo, “si empujo el autito, se mueve”. De esta forma se ejercita el cálculo de probabilidades mediante el ensayo-error.

Beneficio principal de los juguetes

Son un vehículo para desarrollar habilidades como la atención, la abstracción, la memoria, la representación, la simbolización o la resolución de problemas. Por eso, en todas las culturas y en todos los tiempos, durante la niñez se juega con ellos. Es importante tener en cuenta que, para los niños, con frecuencia lo que tiene mayor éxito son aquellos juguetes más simples, sin estructura definida, ya que esto permite la libertad de acción. 

En el desarrollo infantil, ¿qué posibilitan los juguetes?

  • Estimular el aprendizaje, al permitir que se descubra la existencia de diversas formas, colores, tamaños y texturas. 
  • Desarrollar habilidades motoras gruesas y finas, además de potenciar la capacidad viso-espacial.
  • Permitir que descubra las funciones de los objetos que le rodean.
  • Ayudar a mejorar el equilibrio, la coordinación y estimular el control muscular. 
  • Facilitar la maduración de tres funciones mentales básicas: asimilación, comprensión y adaptación a la realidad. 
  • Fomentar la creatividad e imaginación, sobre todo cuando se trata de juguetes no convencionales como pueden ser una caja de cartón, ollas o unas simples botellas. 
  • Estimular la autoconfianza infantil. En el juego se siente protagonista de la actividad y sabe que es capaz de dominar la tarea y los juguetes que utiliza.
  • Mejorar el control de las emociones y ayudar a descubrir nuevas sensaciones y sentimientos.
  • Favorecer la socialización y la creación de vínculos emocionales con las personas.
  • Potenciar la comunicación y la capacidad de expresión. A través de los juguetes puede expresar lo que piensa, siente o quiere hacer.
  • Ayudar a lidiar con los problemas de la vida cotidiana y facilitar la resolución de conflictos, ya que a través del juego modela sus preocupaciones y las posibles soluciones.

Preocupación contemporánea: las pantallas táctiles como juguetes

Un motivo de preocupación contemporánea es la eclosión de las pantallas táctiles. Entre las opiniones especializadas pueden encontrarse algunas que hacen hincapié en sus ventajas y otras en sus inconvenientes.  

Algunas de estas opiniones a favor afirman que los dispositivos móviles están más cerca de la simulación y que los videojuegos permiten manejar grandes flujos de información, lidiar con el error y la equivocación de una manera más sana; enseñan a perder. Otras, aunque comprendan que es un campo en investigación, sostienen que no favorecen la dimensión social del niño y que pueden producir problemas de comportamiento, sobre todo en menores de 3 años. Las posiciones más extremas han llegado a plantear que los dispositivos móviles podrían retrasar la adquisición del lenguaje. 

Es importante poder establecer un equilibrio entre las posiciones más extremistas. Los padres son quienes deben fomentar un buen uso de los dispositivos móviles y portátiles. El consejo es no prohibir el juego con estos aparatos, pero regular su uso diario en aproximadamente una hora al día. No se debe ni conviene, desde el juego, cerrarle las puertas a la tecnología.

Recomendaciones al momento de elegir un juguete

Tener en cuenta el etiquetado, especificaciones e instrucciones

Es necesario tener en cuenta los posibles peligros que puede generar el juguete, las advertencias de seguridad o si contiene piezas pequeñas que no son adecuadas para niños de determinada edad.

Tener en cuenta la edad para quien se recomienda el juguete

Los juguetes se crean para promover el juego, y si un niño recibe un juguete que no entiende el juego se resiente, se frustra y el juguete queda relegado.

No regalar juguetes sexistas o que transmitan valores que no deseamos

Los juegos son libres y es importante dejar que jueguen a lo que deseen. De igual manera debemos tener cuidado con los juguetes violentos.

No escoger juguetes que lo hacen todo

Los juguetes son el medio para proporcionar horas de juego, imaginación y diversión. Si no logran ese objetivo, no son útiles.

No es necesario comprar juguetes enormes u optar solamente por juguetes educativos

No pretender que jueguen solo con ellos

Existe el juego sin el juguete. Además, cuando se es muy pequeño el juguete es una ayuda para que con los adultos puedan jugar juntos. 

No regalar demasiados juguetes  o comprar todo lo que pidan los niños, ni dejar que se lleven por la publicidad

Tener los juguetes que sean suficientes como para poder jugar con ellos.

No comprar juguetes demasiado baratos

Estos pueden no haber pasado ningún control de calidad, durar poco, no hacer lo que prometen, traer piezas en mal estado, pero principalmente ser peligrosos y contener tóxicos.

No considerar las bicicletas, patines, ni ningún elemento de desplazamiento como un “juguete”

Deben ser considerados “medios de transporte” y deben ajustarse a las normativas de tránsito, uso de casco, protección de codos, rodillas, etcétera.

 

Fuente
Médico Pediatra José Manuel Torres Capobianco | Especialista en Terapia Intensiva Pediátrica