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Los efectos del calor en nuestra salud

Viernes 20 de Diciembre de 2019

Nuestro cuerpo dispone de mecanismos para regular la temperatura corporal, pero cuando las temperaturas externas suben en exceso las consecuencias pueden resultar riesgosas. 

Un aspecto que caracteriza al ser humano es la llamada “termorregulación”. Esta es la capacidad del cuerpo de controlar su propia temperatura, para mantenerla entre 35,5 °C y 37 °C. Este es el rango ideal de temperatura para que el cerebro trabaje y realice correctamente las funciones metabólicas fundamentales. Cuando se supera este rango, el organismo puede colapsar y tener consecuencias graves para la salud y, en casos extremos, hasta la muerte.

Las consecuencias para nuestro cuerpo

  • Cambios en el estado de ánimo y conciencia

El calor moderado estimula y es muy sano. Sin embargo, cuando supera ciertos niveles, impacta de manera negativa y se extiende al cuerpo y la mente, generando un estado negativo generalizado, aturdimiento, irritabilidad, confusión, cambios de humor y alteración de la conciencia.

  • Fatiga e insomnio

Debido al calor, pueden tener lugar alteraciones de sueño por despertares frecuentes. Esto provocará que una persona se sienta cansada o fatigada cuando tiene que estar despierta.

  • Daño muscular y circulatorio

Pueden producirse calambres por falta de agua y sales, agotamiento, colapso circulatorio y daños musculares.

  • Cefaleas

Para quienes padecen cefaleas o migrañas, el calor resulta un factor disparador.

  • Disminución de la memoria

Esto debido a la deshidratación y al sueño alterado.

  • Problemas respiratorios

Con el calor, la sequedad ambiental se reproduce en las vías respiratorias ya que intensifica los síntomas de los pacientes con problemas respiratorios. 

  • Golpe de calor

Este es el efecto más grave del calor, ya que falla la capacidad de regular la temperatura del cuerpo y puede elevarse hasta los 40°C. Debe diferenciarse del agotamiento por calor, ya que si bien son estadios del mismo proceso, el golpe de calor conlleva una mayor intensidad de los síntomas.

Los más comunes son:

  • Dificultad para respirar. 
  • Falta de sudoración.
  • Insuficiencia o falla renal.
  • Edema pulmonar.
  • Arritmias cardíacas.

En los casos más extremos se puede tener:

  • Hipotensión severa.
  • Delirios.
  • Pérdida de la conciencia.

Cómo actuar ante síntomas los efectos del calor

Ante síntomas leves:

  • Permanecer en un lugar fresco.
  • Beber agua.
  • Aplicar compresas húmedas o una ducha de agua fría.

Ante un golpe de calor:

  • Buscar atención médica inmediata.
  • Permanecer en un sitio freso.
  • Aplicar compresas húmedas o agua directamente.
  • Solo si la persona está consciente, beber agua de a pequeños sorbos.

*Consultar con un médico ante síntomas que se mantengan por un tiempo prolongado (más de una hora) y que puedan relacionarse con las altas temperaturas.

¿Quiénes presentan un mayor riesgo de sufrir un golpe de calor?

  • Bebés y niños pequeños.
  • Adultos mayores de 65 años.
  • Personas con enfermedades crónicas.

¿Cómo no sufrir el calor en esta época?

Para evitar los efectos que el calor tiene sobre nuestra salud, es importante tener presentes los siguientes consejos:

  • En el hogar:
    • Permanecer dentro de la casa el mayor tiempo posible.
    • En caso de no contar con aire acondicionado, permanecer en los pisos bajos o en las habitaciones más frescas de la vivienda y fuera de la luz del sol.
    • El uso de aires acondicionados o ventiladores permite bajar un poco la temperatura.
    • Cubrir las ventanas que reciben el sol por la mañana o la tarde, con cortinas, toldos o persianas. 
    • Abrir las ventanas durante la noche.
    • Usar ropa suelta, ligera (algodón, lino) y cómoda, de colores claros.
    • Refrescarse con una ducha o mojándose con agua fresca en los momentos de más calor.
    • Tomar agua o bebidas frescas y con frecuencia.
  • En la calle:
    • Vestir también con ropa ligera y de colores claros.
    • Usar sombrero de ala ancha y mojar ligeramente la cara y la ropa de vez en cuando.
    • Evitar los trayectos en auto durante las horas de más sol. No dejar a niños o animales domésticos solos en vehículos cerrados.
    • Evitar tomar demasiado el sol. Las quemaduras del sol disminuyen la capacidad de la piel de mantener la humedad y temperatura.
    • Buscar la sombra al andar y evitar salir a la calle al mediodía.
  • En la alimentación:
    • Preparar comidas equilibradas, ligeras y regulares.
    • Evitar las comidas calientes, copiosas y de digestión lenta.
    • Aumentar el consumo de frutas de verano y verduras que aportan al organismo líquidos y sales minerales.
    • Beber bastante agua, jugos o líquidos con sales minerales, con frecuencia aunque no se sienta sed (1 0 2 vasos de líquido cada hora).
    • En caso de padecer alguna enfermedad que implique una restricción de líquidos (epilepsia, enfermedades cardíacas, renales o del hígado), consultar con el médico antes de aumentar la ingestión de líquidos.
    • Evitar la ingesta de bebidas alcohólicas, ya que alteran la capacidad de respuesta al calor y favorecen la deshidratación.
    • Evitar también las bebidas con cafeína, porque aumentan la eliminación de líquidos, o las muy azucaradas ya que producen más sed.
    • No beber líquidos excesivamente fríos.
  • Al realizar actividades
    • Evitar el trabajo y la actividad física intensa durante las horas de más calor del día.
    • Realizar descansos frecuentes.
  • Cuidar a otros
    • Las personas mayores o enfermas que vivan solas deben estar acompañadas y recibir ayuda diariamente.