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27 de julio: Día Mundial contra el Cáncer de Cabeza y Cuello

Lunes 27 de Julio de 2020

La detección temprana es clave para erradicarlo con éxito.

Según el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), el cáncer de cabeza y cuello es el sexto más común en el mundo. Además, es el quinto más frecuente en hombres y el décimo en mujeres.

¿A qué se llama cáncer de cabeza y cuello?

Se conoce como cáncer de cabeza y cuello al grupo de tumores malignos que aparecen en la cabeza y en la región del cuello. Entre las locaciones más frecuentes en las que pueden localizarse se encuentran los senos paranasales, la nasofaringe (región posterior de las fosas nasales), la orofaringe (amígdala, paladar blando, base de lengua), la hipofaringe (región baja de la garganta), la laringe, la cavidad oral (mucosa oral, encía, paladar duro, lengua y suelo de boca), la lengua y las glándulas salivales.

  • Dentro de los tumores de cabeza y cuello se excluyen los tumores de la piel, los cerebrales, los del sistema nervioso y los tiroideos.
  • Suele diagnosticarse alrededor de los 50 años, excepto en los tumores de nasofaringe y en los de las glándulas salivales, que pueden aparecer antes.

Causas

Al contrario que en otros tipos de cáncer, los de cabeza y cuello surgen principalmente debido a factores externos. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) señala que hay dos factores de riesgo fundamentales:

Alcohol

El consumo de alcohol aumenta un cinco por ciento el riesgo de desarrollar cáncer de laringe. Además, si el sujeto también es fumador, este porcentaje se incrementa aún más.

La sociedad indica que otros lugares en los que puede elevarse el riesgo de desarrollar cáncer como consecuencia de beber alcohol son la cavidad oral, la hipofaringe y la orofaringe.

Tabaco

La mayoría de la población sabe que fumar incrementa el riesgo de tener cáncer de pulmón y desconoce que también aumenta las posibilidades de desarrollar tumores en la cavidad oral, la orofaringe, la hipofaringe y la laringe. “La duración y magnitud del consumo está directamente relacionado con el riesgo”, advierte SEOM.

Otros factores de riesgo que también están implicados en la aparición del cáncer de cabeza y cuello son:

  • La dieta: el déficit de vitaminas, fundamentalmente A y C, puede contribuir al inicio de estos tumores.
  • Higiene bucal: el déficit en la higiene bucal y en las áreas de roce de las prótesis dentales mal ajustadas o no controladas por especialistas están vinculadas a los tumores que aparecen en la orofaringe.
  • Infecciones: en la actualidad se ha relacionado la infección por el virus de Epstein-Barr (VEB) con el carcinoma de Cavum (o nasofaringe o región posterior a las fosas nasales) y la infección laríngea por el Virus del Papiloma Humano (VPH), con el carcinoma de células escamosas. Los expertos indican que las últimas investigaciones apuntan a que la infección por el virus del papiloma humano, especialmente por los tipos 16 y 18, suele ser una de las causas de la aparición en tumores de la cavidad oral y de la garganta, especialmente en mujeres no fumadoras y no bebedoras. La importancia de este descubrimiento radica en que este tipo de pacientes tienen un mejor pronóstico y posiblemente el tratamiento futuro con quimioterapia y radioterapia sea menos agresivo.
  • Irradiación: la exposición a las radiaciones ultravioleta son otro factor de riesgo de estos tumores. De hecho, los trabajadores de profesiones que se realizan al aire libre tienen una mayor incidencia de cáncer de labio inferior.

Síntomas

Las manifestaciones de los tumores de cabeza y cuello variarán dependiendo del lugar en el que se sitúen los tumores.

  • Si los tumores se ubican en la faringe (garganta) y la laringe, el paciente podrá presentar disfonía, es decir, cambios en la voz durante más de 15 días (frecuente en fumadores); dificultades para tragar, presencia de bultos en el cuello, dolor o irritación en alguno o en los dos oídos y/o la garganta y presencia de sangre en la saliva. Si la enfermedad se encuentra en un estadio avanzado los pacientes pueden tener, además, dificultad para respirar.
  • En el caso de que los tumores aparezcan en la boca, el paladar, las amígdalas o la lengua, los síntomas más frecuentes incluyen la presencia de llagas en la boca, aparición de manchas o placas blancas o rojas en cualquier zona de la boca o de bultos en el labio, la boca o el cuello por debajo de la mandíbula y problemas y dolor al tragar y masticar.
  • Por último, si los tumores están situados en la parte posterior de las fosas nasales, la nariz o los senos paranasales, los pacientes podrán referir alteraciones en la voz, taponamiento de los oídos, sangrado de la nariz u obstrucción en la ventilación nasal.

Prevención: ¡es el punto más importante a destacar!

  • La mejor forma de prevenir la aparición de estos tumores e reducir los factores externos, especialmente moderando o evitando el consumo de alcohol y de otras sustancias toxicas que actúan como irritantes locales, desde ya muy agresivos.
  • Dejar de fumar ayuda a reducir las posibilidades de que aparezcan tumores de este tipo.

Diagnóstico

La detección temprana es clave para erradicar el cáncer de la cabeza y el cuello con éxito. De hecho, casi tres cuartos de todos los cánceres de cabeza y cuello se pueden detectar durante un examen físico realizado por un especialista. No obstante, la falta de síntomas específicos hace que normalmente este tipo de cáncer suela detectarse cuando se encuentra en una fase avanzada. Los síntomas pueden incluso llegar a pasar desapercibidos para algunos profesionales sanitarios no especializados en este tipo de cáncer.  Por eso, es importante vigilar a las personas con factores de riesgo conocidos, como aquellas que beben y fuman con frecuencia.

Se insiste así que el adecuado interrogatorio, examen físico, el oportuno y correcto método de estudio imagenológico solicitado por el profesional especializado podrían ayudar a detectar de manera precoz y eficaz estos tipos de tumores y así, de esta manera elevar las posibilidad de cura de la enfermedad.

Tratamientos

El tratamiento del cáncer de cabeza y cuello incluye la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía, según SEOM:

Cirugía

Si el tumor se detecta en un estadio acorde, la terapia de elección del médico será la cirugía, la cual logra en un alta porcentaje de casos la curación total de la enfermad ya que si la intervención consigue eliminar completamente el tumor podrá evitar que el paciente tenga que pasar en el futuro por alguno de los otros tratamientos (variará dependiendo del estadio en el que se encuentre el paciente).

Los pacientes que pasan por cirugía pueden presentar secuelas como son la presencia de trastornos funcionales, la aparición de problemas en el cuello, incapacidad para tragar o hablar y la falta de preservación de órganos como la laringe y la lengua.

Radioterapia

La radioterapia es un tratamiento local que se administra en dosis muy altas con el fin de destruir las células cancerígenas o detener su crecimiento. Este tratamiento suele provocar efectos secundarios en los pacientes. Para reducirlos es fundamental que el médico limite el área de irradiación para preservar el máximo tejido sano.

Quimioterapia

La quimioterapia es un tratamiento que destruye las células tumorales mediante fármacos y, como consecuencia, también puede actuar sobre las sanas.

En los tumores de cabeza y cuello se administra por vía venosa o a intervalos fijos de tiempo que se conocen como ciclos y que dependen de las condiciones del paciente.

Ninguno de los tratamientos propuestos son inocuos, aunque son necesarios para lograr la curación o es su defecto prolongar la vida del paciente. Dependiendo del estado puntual de la enfermedad y del estado general del paciente el equipo médico actuante decide cual es el tratamiento conveniente para el enfermo.

Pronóstico

Según la SEOM, existen tres tipos de factores que influyen en el pronóstico de este tipo de cáncer.

  • Relacionados con el paciente: edad, estado general del paciente, localización del tumor primario, estado ganglionar de la enfermedad y relación o no con la infección de VPH.
  • Relacionados con el tratamiento: la respuesta inicial al tratamiento es uno de los factores que determinarán su éxito.
  • Relacionados con el tumor: estadio (tamaño, metástasis regionales o a distancia) dato fundamental para determinar el pronóstico y la supervivencia a largo plazo. Otro dato muy importante es la localización del tumor y si el tumor es diferenciado (mejor pronóstico) o indiferenciado.

Finalmente, este artículo pretende informar a la sociedad e invita a una consulta con los especialistas de Cirugía de Cabeza y Cuello para salvar dudas, realizar exámenes de rutina y así posiblemente diagnosticar lesiones malignas que aún no hayan causado síntomas y así poder ofrecer el tratamiento correcto.

Fuente
Hospital Privado Universitario de Córdoba