Prevención

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El problema del mal aliento

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El cotidiano "aliento mañanero" con el que la mayoría de las personas se despierta, no es la halitosis. Tampoco los cinco minutos del mal aliento que experimentas después de comer esa comida exótica y condimentada. La verdadera halitosis es un olor persistente que no desaparece después del cepillado, uso del hilo dental y el enjuague bucal. Puede ser vergonzoso y muchas personas son reacias a mencionarlo siquiera a su odontólogo. Pero la realidad es que es bastante común y por lo tanto tratable. En una boca sana los restos celulares pasan a la saliva y son tragados y digeridos rápidamente, por lo que las bacterias no disponen de tiempo para realizar su acción putrefactiva y no se produce halitosis. La saliva lubrica y oxigena la cavidad oral y posee propiedades antimicrobianas; por tanto, la cantidad y calidad de la saliva son importantes.

¿Cuáles son sus causas?

En nuestro material didáctico se indica que el 80% de las causas están en la boca, también hay otros factores como:

  • Ingesta de algunos alimentos, como ajo o cebolla.
  • Consumo de tabaco o bebidas alcohólicas.
  • Reflujo ácido.
  • Dieta insuficiente (períodos de ayuno o dieta hipocalóricas).
  • Algunas enfermedades sistémicas del tracto respiratorio superior/ inferior, tracto digestivo, como trastornos hepáticos, diabetes, etc.
  • Infecciones respiratorias.

¿Qué podemos hacer para prevenir?

A lo ya mencionado en el material didáctico, añadimos:

  • Cepillar correctamente los dientes y la lengua 3 veces al día. Se recomiendan cepillos con cabezal de tamaño pequeño para poder acceder correctamente a todas las caras de los elementos dentarios. La acción mecánica de remoción de placa bacteriana es lo primordial.
  • Utilizar hilo dental para quitar la placa bacteriana y restos de comida que quedan almacenados en los espacios interdentales.
  • Enjuague bucal para eliminar las bacterias que se encuentran en la lengua y boca. Se pueden usar actualmente muchos enjuagues para el tratamiento o la prevención de la halitosis, pero dada su evolución crónica, muchos de ellos ofrecen poca o nula ayuda. El más efectivo es la clorhexidina, pero con muchos efectos secundarios. También efectivos y con menos problemas se encuentran el cloruro de zinc, los enjuagues de dos fases agua-aceite con cetilpiridinio o Listerine®. Recomendamos los que son sin alcohol.
  • En caso de tener prótesis removibles, limpiarlas diariamente con cepillo suave sin pasta dental y utilizar complementos como las tabletas limpiadoras.

Por último, nuestro Servicio de Odontología comparte este mensaje:

“Aprendé cómo obtener una boca más limpia y fresca, siguiendo una rutina que incluya cepillado 3 veces al día, uso de hilo dental y un enjuague bucal 2 veces al día. Suena simple, pero a veces tu estilo de vida podría impedirte que mantengas un cuidado oral correcto".