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Catarata, la importancia de la detección temprana

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La vista es uno de los sentidos más importantes que tenemos, por lo que es necesario cuidarla y corregir a tiempo cualquier problema con el fin de mejorar y conservar la salud ocular.

Entre las diversas problemáticas vinculadas a la visión, las cataratas son consideradas una de las causas más comunes de pérdida de la vista. Esta enfermedad forma parte de del proceso degeneración natural de envejecimiento por lo que todos podemos correr el riesgo de desarrollarlas. Es importante saber que el diagnóstico temprano ayuda evitar la pérdida de la visión y a resguardar la salud ocular. 

La importancia de la detección temprana 

Es imprescindible tener en cuenta que si la catarata no se retira en un tiempo prudencial, se va endureciendo, lo que dificulta su extracción a medida que pasa el tiempo. Cuando se opera de forma tardía, la intervención se complica y el resultado que se obtiene no siempre es tan satisfactorio, como el que suele darse interviniendo en un estadio más precoz de evolución de esta patología. 

La cirugía como único tratamiento 

Cuando una catarata causa problemas molestos en la visión e interfiere en las actividades diarias, el oftalmólogo debe indicar el tratamiento, que consiste en una cirugía para extraer la catarata. A través de ésta intervención, la lente natural opaca o cristalino opaco es removido y reemplazado por un implante artificial llamado lente intraocular (LIO). La cirugía es el único tratamiento eficaz para dar solución a este problema ocular, porque no hay medicamentos ni gotas para los ojos que hagan desaparecer las cataratas.

En cada caso particular, el oftalmólogo explicará el procedimiento quirúrgico, la preparación y la recuperación postoperatoria, los beneficios y posibles complicaciones de la cirugía.

La técnica más común es la facoemulsificación. Ésta consiste en realizar una pequeña incisión en el borde de la córnea, mediante la cual se introduce un instrumento pequeño que utiliza ultrasonido de alta frecuencia para romper el centro del cristalino opaco y cuidadosamente succionarlo.

Después de que la catarata ha sido removida, el cirujano lo reemplazará por la LIO, que permitirá que la luz pase a través de la retina y se enfoque adecuadamente.