Prevención

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Hongos en la piel y el verano

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El calor, la humedad, una higiene no adecuada y el uso de piscinas e instalaciones deportivas favorecen el desarrollo de las infecciones por hongos en la época estival. Por lo tanto, en el verano no sólo debemos proteger nuestra piel de los rayos solares; también es necesario prevenir las infecciones que se generan en ella por la humedad.

Las dermatomicosis son infecciones producidas por hongos parasitarios que afectan a la piel, uñas y cabellos. Suelen afectar por igual a ambos sexos y se dan en todas las edades, por lo que constituyen un motivo de consulta muy frecuente.

Las micosis superficiales más frecuentes se pueden dividir en tres grandes grupos: 

  1. La Pitiriasis Versicolor 
  2. Las Candidiasis 
  3. Las Tiñas.

Pitiriasis Versicolor:

Esta es la infección más típica del verano y la provocan hongos que denominamos “levaduras”. 

Estas levaduras suelen vivir de forma natural y en pequeña cantidad en nuestra piel, sobre todo en las zonas más grasas, aunque sin causar ningún tipo de enfermedad. 

Sin embargo, en algunas ocasiones cuando hay exceso de humedad, calor o sudor, aumentan en cantidad, lo que supone un desequilibrio en la piel y aparece entonces la infección; es por ello que las llamamos “oportunistas”.

¿Cómo se manifiestan?

  • Pequeñas manchas amarronadas en las que la piel parece como descamada y seca (al tomar sol estas manchas comienzan a verse blanquecinas ya que el hongo impide que se bronceen) 
  • Aparecen principalmente en la espalda, escote, hombros o brazos.

Candidiasis 

También se trata de una infección provocada por “levaduras” que suelen estar presentes de forma natural y sin peligro en la piel, mucosas y, sobre todo, en el tubo digestivo de las personas.

No suelen infectar la piel, a no ser que encuentren las condiciones idóneas para ello, como son el calor y la humedad, también ciertas enfermedades (diabetes, disfunción tiroidea, seborrea, hiperhidrosis, obesidad, tratamiento con antibióticos o corticosteroides, disminución de las defensas inmunológicas, etc.). Por ello estas infecciones también corresponden a las llamadas “oportunistas”. 

¿Cómo se manifiestan?

  • Suelen aparecer en los pliegues de las ingles, en pliegues de piel en personas obesas o en la zona genital. 
  • La infección por cándida provoca mucho escozor, irritación y enrojecimiento. 
  • La cándida también puede infectar las uñas y  la mucosa oral, es lo que se conoce como muguet, cuando aparecen manchas blancas en la boca. 

Tiñas

Las tiñas están provocadas por otro tipo de hongos que afectan principalmente los tejidos que contienen queratina como piel, pelo y uñas. Dentro de este tipo de infecciones, son muy habituales las de los pies, como puede ser el pie de atleta

A diferencia de las anteriores, son infecciones externas a nosotros, que suelen proceder de otras personas, animales o sitios con falta de higiene, como algunos suelos. Además del contacto, la humedad y altas temperaturas favorecen su desarrollo.

¿Cómo se manifiestan?

  • Su aspecto es el de ronchas rojas, que suelen picar y descamarse. Son muy redondas y definidas
  • Se enrojece la zona, se descama y se forman ampollas y hasta se pueden formar verdaderas grietas
  • Prurito o picazón en la zona
  • En el caso del pie de atleta, las lesiones aparecen entre los dedos de los pies y puede ir avanzando hasta afectar todo el pie.  

¿Cómo se contagia el pie de atleta?

  • Puede transmitirse por los suelos de baños y duchas públicas, zapatos, medias y alfombras
  • Por contacto directo con la piel de otras personas
  • Algunas personas tienen más tendencia que otras, por ejemplo en pacientes diabéticos, cuando el sistema inmunológico está implicado o simplemente cuando los dedos del pie están muy juntos.

Recomendaciones y medidas de prevención:

  1. Evitar andar sin calzado en lugares públicos y húmedos, como las piletas, duchas, gimnasios y vestuarios.
  2. Secar bien la piel, haciendo hincapié en las zonas con pliegues y en los pies, sobre todo entre los dedos.
  3. No utilizar ropa interior de fibras sintéticas. Idealmente utilizar de algodón.
  4. No compartir toalla, peine, ni esponja con otra persona.
  5. Se recomienda cambiar las medias varias veces al día y evitar calzado de materiales sintéticos (que favorecen la transpiración).
  6. Utilizar talcos o desodorantes que eviten la sudoración excesiva y, en consecuencia, la humedad. En lo posible, airear a menudo estas zonas. 
  7. Ante una lesión sospechosa, evitar automedicarse, buscar el consejo de un médico, ya que un tratamiento equivocado complicaría su curación.

Tratamiento

En muchos casos puede ser suficiente con un tratamiento puramente local con cremas anti micóticas. Pero hay casos muy concretos en los que el tratamiento por vía oral (comprimidos) es absolutamente necesario si queremos alcanzar una curación definitiva.

Es importante consultar con el médico especialista; para poder así llevar a cabo un diagnóstico completo.